ARCHIVO SECRETO
Desde comienzos del siglo XX la División de Investigaciones de la Policía de Rosario, dedicó sus esfuerzos a la persecución del delito complejo al mismo tiempo que a “custodiar” la llamada “moral pública”, tarea que consistía en la observación y seguimiento de aquellas personas consideradas “peligrosas” para la sociedad. Una peligrosidad social que podía ser tanto el proxenetismo, la prostitución, el travestismo, los “desvíos” sexuales o la adhesión secreta o pública a ideologías como el anarquismo y el comunismo, entre tantos otros “delitos” que fueron perseguidos con rigurosa sistematicidad por las fuerzas policiales.