La esclavitud no terminó de ocurrir, solo cambiaron sus formas. La esclavitud contemporánea es más sutil o menos visible, pero tan cruel y degradante como lo ha sido a lo largo de la historia. En verdad su esencia no ha cambiado.
En esta sala se exhiben documentos originales que dan prueba de la naturalidad con que se aceptaba, hasta no hace tanto tiempo, que una persona fuera propiedad de otra. Las formas actuales son expuestas a través de datos obtenidos de informes de Organismos internacionales acompañadas de una animación audiovisual.